Esto se logra a través del ejercicio de tres dimensiones del curso que se llevan adelante de manera sincronizada, cada una a su debido tiempo. Primero la indagación en uno mismo y sus conflictos, vivencias, experiencias, emociones, entre otras. Esto se hace conjuntamente con el aprendizaje de la teoría del Stand Up de manera de internalizar la teoría con la práctica como parte de la estrategia pedagógica.
La segunda dimensión es la redacción bajo la estructura ya adquirida del Stand Up de aquello que constituye lo que el cursante quiere manifestar en el escenario. En este punto vale recordar que el Stand Up o comedia de pie se compone de una estructura particular de redacción realizada a través de premisas y remates que involucran el sentir de la persona, su actitud y la capacidad de resignificar aquello que siente y que comunica al público a través de sus premisas, logrando hacer reír por intermedio de sus remates. Finalmente, la tercera dimensión de esta experiencia tiene que ver con la puesta en escena. Esto es acompañar aquello que se dice en palabras desde la oratoria (dicción, tonos de voz, pausas, entre otras) y la disposición del cuerpo en la escena es decir qué comunica mi sola presencia en el escenario y cómo sincronizo esa presencia con lo que estoy diciendo.